Aunque cada vez oímos hablar más de la Fisioterapia del Suelo Pélvico, esta especialidad de la fisioterapia sigue siendo desconocida por gran parte de nosotros. A menudo, tendemos a pensar que es una especialidad que implica solo a aquellas mujeres que han tenido hijos o que han llegado a la menopausia. Sin embargo, tanto hombres como mujeres pueden tener problemas en el suelo pélvico.
Durante muchos años, hablar del suelo pélvico ha sido un tema “tabú”, bien por pudor o porque eso de hacerse pis no es un tema agradable de hablar. Chicas, chicos… tenemos idealizada nuestra vida después del parto y nuestra vida sexual. Son muchas las pacientes que acuden a nosotros y después de indagar en el tema tienen dolor durante las relaciones sexuales y muchas, las mamás que no nos cuentan que tienen incontinencia después del parto y no han acudido a un profesional.
¿Qué es el suelo pélvico y para qué sirve?
Para comprender en qué consiste la Fisioterapia del Suelo Pélvico y en qué nos puede ayudar, antes tenemos que saber qué es el suelo pélvico y para qué sirve.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que forman la base inferior de la pelvis, actuando como sostén para las vísceras pélvicas como son el útero y la vagina en la mujer y la próstata en los hombres, además del recto y la vejiga en ambos sexos.
Las funciones de esta musculatura son la continencia urinaria y fecal, el correcto mantenimiento de los órganos pélvicos, una sexualidad satisfactoria, así como la participación durante el embarazo, el parto y el posparto.
O lo que es lo mismo, si mantenemos la musculatura del suelo pélvico en buenas condiciones:
- Evitamos la incontinencia de orina y heces.
- “Facilitamos” la tonificación y flexibilización del canal vaginal para el momento del parto, evitando también las pérdidas de orina y los prolapsos en el postparto.
- Evitamos disfunciones sexuales: vaginismo y molestias en las relaciones sexuales.
- Prevenimos el prostatismo (dolor prostático): tan presente en ciclistas, en conductores de transporte público, tras cirugías urológicas o en infecciones urinarias de repetición.
¿Por qué tratarte con un fisioterapeuta?
No hay que esperar a haber dado a luz, a la menopausia o a la edad avanzada con incontinencia o prostatismo.
También pueden necesitar un tratamiento preventivo las mujeres que no hayan dado a luz, o los hombres que no hayan sufrido una cirugía prostática, por ejemplo:
- Se puede tratar el dolor perineal.
- El estreñimiento crónico.
- Disfunciones sexuales: dispareunia, vaginismo, disfunción eréctil.
- O las mujeres y hombres que realizan deportes de alto impacto (running, tenis, atletismo, halterofilia, crossfit….)
La frecuencia de estos problemas es alta y es por ello que la fisioterapia de suelo pélvico utiliza técnicas muy específicas y de reconocidos resultados. Entre ellas:
- Terapia manual.
- Técnicas comportamentales.
- Biofeedback.
- Electroterapia vaginal o anal para ganar fuerza en la musculatura.
- Masaje perineal, indicado antes del parto y en pacientes con hipertonía del suelo pélvico que conlleva problemas del funcionamiento de los esfínteres.
- Cinesiterapia: terapia abdominal, ejercicios de tonificación del suelo pélvico y ejercicios hipopresivos.
Si actuamos de forma preventiva, acudiendo de forma precoz a una consulta de fisioterapia, actuamos sobre factores de riesgo y conoceremos cómo está nuestra musculatura abdominal, cómo debemos trabajar nuestra postura, y cómo está nuestro suelo pélvico. ¡Prevenir es fundamental!
¿Y cómo trabaja el fisioterapeuta de Suelo Pélvico?
El fisioterapeuta especializado en Suelo Pélvico hace una “entrevista clínica y una exploración física” que son fundamentales para identificar los problemas e iniciar el tratamiento.
En la entrevista es importante conocer algunos antecedentes clínicos generales, pero también:
- La dedicación profesional y la realización de deporte: si durante el trabajo se usa mucho el diafragma o aumenta la presión abdominal, si se está muchas horas de pie. Es el caso de bailarinas, monitoras de deporte, profesores, cantantes…
- La dinámica vesical: el número de veces que se necesita ir al baño, si se siente urgencia durante el día o necesidad de orinar por la noche.
- La defecación: si es necesario tomar laxantes por el estreñimiento, tan frecuente en el día de hoy.
- La historia ginecológica: el desarrollo de los embarazos y como fue el parto con especial atención a si fue por cesárea o hubo desgarros perineales.
- Las relaciones sexuales, con especial atención a la presencia de dolor o anorgasmia.
Durante la exploración física, se realiza una valoración funcional tanto interna como externa de la musculatura, así como de la pelvis, abdomen, el diafragma y la postura. Ello engloba una valoración de la estática pelvi-perineal y de la movilidad de los órganos pélvicos, una exploración neurológica y de la estática abdomino-lumbar.
Todo ello, tanto para mujeres como para hombres, porque no olvidemos que el prostatismo también se puede beneficiar de la fisioterapia del suelo pélvico.
Y todo ello, para marcar objetivos de tratamiento, con técnicas de reeducación pelviperineal, pensando en el bienestar del paciente y siendo muy sensibles con la intimidad de todos, a lo largo de la valoración y del tratamiento.
En Fisioterapia Elena Masaguer tenemos una fisioterapeuta Especializada en Suelo Pélvico. Coméntanos tú caso e intentaremos ayudarte y recomendarte el mejor tratamiento para tu patología.
Puedes ponerte en contacto con nosotros a través de Whatsapp o por teléfono en el 689 95 81 70
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